El cine español durante los gobiernos socialistas de las dos últimas décadas del XX se caracteriza por la fuerte crisis con la reducción del número de películas, la disminución de espectadores y el cierre de salas en un primer momento. Las nuevas regulaciones y mecanismos de subvención (ley Miró) y la consiguiente caída de la producción, el acceso de nuevas generaciones de cineastas, los cambios en la exhibición con el vídeo doméstico y las nuevas "ventanas" de las cadenas de televisión, el cine hecho por mujeres, la renovación de los géneros, el aumento del público a finales de los noventa, la emergencia de nuevos temas y preocupaciones sociales, las sensibilidades de la primera generación nacida en democracia, etc. son algunos de los factores y cuestiones a tener en cuenta en este período del cine y de la sociedad española de recuperación de las libertades, construcción de la democracia y consolidación de derechos sociales.