Estas son las heridas que se abren mientras escribo. La fuerza que impulsa mi relato a través del daño no es muy distinta de la esperanza a no ser consumida por el trauma, a que no pudra todo mi ser. Escribo para erigir montañas, colinas, acantilados y formaciones rocosas encima de las hendiduras de mi historia, mis sociedades y sus espíritus guardianes. Mediante la escritura, cultivo mi ser para generar bosques que rellenen y revivan nuestra mermada humanidad.
Tsitsi Dangarembga
En este libro, Dangarembga te toma de la mano y te guía a través de su historia, que es, a su vez, un reflejo de Zimbabue, desde el yugo colonial hasta su realidad más reciente. A medida que te adentras en su relato, también entenderás cómo se formó su identidad como escritora en una sociedad que negaba la humanidad a los cuerpos negros y, aún más, a las mujeres negras, doblemente victimizadas en un juego de poder que no les pertenecía. […]
Del prólogo de Desirée Bela-Lobedde