A mediados de marzo del año 2020, la pandemia surgió sin previo aviso esgrimiendo la sombra de muerte colectiva y el miedo ancestral a la extinción.
El encierro y aquietamiento de la vida exterior tienen su correspondencia en el mundo interno de las personas. Y así fue como estos textos abrieron las puertas de mi corazón a esos espacios donde los senderos transitados se vuelven único camino.
Los poemas que componen este libro palpitan entre la visión interior y metafísica, la reminiscencia de experiencias personales, la belleza de los Jardines Floridos, el amor como energía surgente y viñetas tangueras que me transportan a espacios de un tiempo pasado y a su vez atemporal en las connotaciones de sentimientos y experiencias.