Gertrudis Gómez de Avellaneda fue una escritora y traductora a la lengua castellana. Nacida en Cuba, a los veintidós años se afincó en España, aunque siempre sintió añoranza de su tierra natal, a la que solo pudo volver temporalmente. Está considerada como la poetisa más característica del romanticismo hispano.
A diferencia del romanticismo europeo, el hispanoamericano enfrenta su realidad histórica. Hay un intento de crítica social y de desafío frente al caos político de su tiempo. Sin embargo, al situar a la Avellaneda en el ámbito del romanticismo hispanoamericano —y específicamente cubano— no debemos pasar por alto que ella desarrolló la mayor parte de su obra en España, por lo que se trata de un romanticismo diferente en su forma y su contenido.
Más allá de los temas centrales de la literatura romántica del siglo XIX: la naturaleza, el amor y toda explosión sentimental, es también la poesía como exploración racional del ser, búsqueda del conocimiento y arma de subordinación.
Para la Avellaneda, el poder de la poesía es, en última instancia, como mujer y como cubana, una herramienta de liberación.