Con breves pausas, Guadalupe Morfín se desempeñó en cargos públicos entre 1997 y 2009 (titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, Comisionada para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en Ciudad Juárez, Fiscal Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas). En estos puestos vivió de cerca procesos de democracia, derechos humanos, cultura de la paz y prevención de la violencia. Con un panorama desafiante, Morfín declara: "Nada hubiera podido emprender sin la poesía".
Durante estos periodos y en los espacios libres su sed desembocó en las palabras, de las que comenta "han sido las migajas en el bosque oscuro que me han permitido regresar a casa, a mi propio aliento". A partir de ellas surgen estos poemas que se reúnen en Tiempo de plantar olivos. En esta colección igualmente habita su voz de viajera que reconoce de norte a sur las fronteras como cicatrices, o los silencios lunares y femeninos del desierto mexicano cercano a Ciudad Juárez: paisajes que entran en diálogo con su poética.