Entre los relatos de Calvert Casey hay uno que revela de manera poĂ©tica la terrible fuerza trĂĄgica que parecĂa guiar a ese escritor cubano.
Se trata de «El regreso», un cuento que es a la vez historia de la imposibilidad de saber estar. Y que también muestra que el regreso del exilio no es completamente posible.
El protagonista de su relato, quiere alcanzar aquello que habĂa dejado atrĂĄs, en una bĂșsqueda que acaba trĂĄgicamente. El personaje compara su vida neoyorkina con la vida cubana de los habitantes de la isla, los ve mĂĄs felices, mĂĄs en paz.
Sobre todo, cree ver que saben estar consigo mismos y asĂ lo manifiesta.
«Esta gente sabĂa estar. Se repitiĂł la frase varias veces: sabĂan estar, saber estar, regocijado del descubrimiento feliz. En aquel frĂo Norte, Ă©l habĂa perdido el viejo arte de saber estar (la frase allĂ era incluso intraducible) y tendrĂa que aprenderlo de nuevo, pacientemente, amorosamente.»
En el relato «In Partenza» construido en primera persona, Casey nos habla de la noche anterior al inicio de un largo viaje. AsĂ complementamos el ritual de «El regreso». En este relato se añade, al mundo onĂrico del primero, una sesiĂłn espiritista que el narrador ve primero con alegrĂa. Sin embargo, aquello desemboca en tragedia o, mĂĄs bien, en presagio de tragedia.
Creemos que estos Dos relatos de Calvert Casey no son un resumen de su obra. En cambio sĂ que sitĂșan una arista de su sensibilidad.
Casey fue, segĂșn Italo Calvino,
«un escritor para quien la literatura era una sutil exploración entre la vida y la muerte»
y una reflexiĂłn sobre los
«bordes, los excesos y los diversos sentidos de un mås allå del orden de lo natural o lo normal».