La estafa es un delito problemático. Ya desde el inicio de su estudio a nivel dogmático eran evidentes las diferencias existentes. Lo desalentador es que esta disputa todavía existe. La discusión reside esencialmente en interpretar a la estafa: a) como un ilícito que requiere una calificación del engaño y alguna diligencia por parte de la víctima; o b) como un delito que deba proteger a cualquier víctima1
En el presente trabajo nos vamos a ocupar únicamente del estudio de la estructura del tipo básico de estafa2, pues la modalidad de estafa en lotería, tifa o juego de azar, así como las causales de agravación punitiva de la estafa, escapan a nuestro objetivo.