Estamos hechos para la contemplaciĂłn. Este libro trata del cultivo de las habilidades necesarias para la mĂĄs sutil, sencilla y penetrante de las artes espirituales. La comuniĂłn con Dios en el silencio del corazĂłn es una capacidad sobrenatural, como la capacidad del rododendro para la floraciĂłn, la del polluelo para el vuelo y la del niĂąo para la alegrĂa y el abandono desinteresados. Si la gracia de Dios, que inunda y simplifica la prodigalidad de nuestras vidas, no consuma esta capacidad mientras vivimos, entonces sin duda lo harĂĄ el abrazo de Dios, que nos acogerĂĄ cuando entremos en el misterio transformador de la muerte. Este Dios que se entrega, el Ser de nuestro ser, la Vida de nuestra vida, ha hermanado dos hechos indiscutibles del devenir humano: estamos hechos para una comuniĂłn Ăntima con Dios y todos debemos enfrentarnos a la muerte.