"Entre la ficción y la memoria, Tove Jansson construye en La hija del escultor un relato sobre la infancia de una niña en el seno de una familia de artistas, donde la creatividad y el arte rigen la vida entera.
Marcada por la exigencia estĂ©tica de un padre escultor y la sensibilidad de una madre ilustradora de libros, la narradora observa el mundo con la ironĂa y la capacidad de reflexiĂłn propias de un adulto, pero tambiĂ©n con la inocencia y las ocurrencias de una niña. Una mirada en la que se combinan los miedos de crecer y los de la artista que busca hacer su camino, bajo el peso de una figura paterna que se impone.
Para la protagonista, el mundo estĂĄ lleno de misterios, magia y aventuras, pero tambiĂ©n de peligros, oscuridad y deseos. Una pintura y una tormenta le despiertan la misma fascinaciĂłn y respeto. La frontera entre la realidad y la imaginaciĂłn se difumina, y entonces un paseo por el bosque se vuelve un paseo por un cuadro de John Bauer, el anochecer es obra de una criatura acechante que extiende su largo brazo por el horizonte, un recorrido por las bahĂas de la isla donde pasan los veranos se convierte en un viaje transformador y un tratado sobre la soledad.
El resultado es una obra llena de ternura, humor y sabidurĂa sobre la infancia y la adultez, el arte y la naturaleza, el amor y el trabajo. AsĂ como un refinado y sutil manifiesto artĂstico. La declaraciĂłn de una forma de mirar y sentir de una de las mayores escritoras del siglo xx.
"La revelaciĂłn de este libro es ver que lo que impulsaba la imaginaciĂłn de Jansson era el miedo. Este es un libro de peligros. La oscuridad es un monstruo sin rostro. El hielo respira. Las serpientes en la alfombra son casi reales. Las palabras 'seguridad' y 'peligroso' se repiten. Leerla es como volver a la infancia: ocurren cosas inexplicables cuando los adultos estĂĄn al mando" (The Guardian).