La mayor parte de los conflictos que surgen en un equipo tienen su origen en el hecho de que todos sus integrantes no tienen un nivel de compromiso equivalente: no se esfuerzan igual, no se sacrifican de la misma manera y no se juegan lo mismo en la actividad colectiva que desarrollan juntos. A menudo ocurre que unos cuantos pasan de todo, otros se limitan a cumplir y unos pocos se dejan la piel.
En este libro se ofrecen diferentes estrategias para igualar el nivel de implicación de todos los miembros de un equipo:
- Consensuar el nivel de compromiso entre los integrantes del colectivo, una vez se expongan los objetivos y se cuantifiquen sus precios correspondientes (en esfuerzo, sacrificio y asumiendo sus consecuencias), y consensuar el objetivo al que se quiere aspirar.
- Agrupar en función del nivel de compromiso que los miembros del equipo están dispuestos a ofrecer para alcanzar una meta.
- Contagiar el nivel de compromiso al resto del grupo: cuando el crack del equipo se deja la piel, el resto se pone las pilas.