A inicios de 1596, salía de las prensas de Antonio Ricardo en Lima el primer poema épico escrito por un criollo americano: el Arauco domado de Pedro de Oña. La publicación produjo reacciones desiguales: ingenios peninsulares y americanos alabaron (y aun imitaron) al entonces llamado "Apolo nuevo", mientras que vecinos de las ciudades de Quito y Lima, así como autoridades civiles y eclesiásticas del virreinato, llevaron a cabo una férrea persecución de la obra que derivó en la confiscación de buena parte de los ejemplares impresos.
El presente volumen reflexiona en torno a la censura de obras poéticas en América colonial a partir del examen de este caso particular. La edición filológica del expediente completo está a cargo de Manuel Contreras Seitz. Los estudios de Raúl Marrero-Fente, Pedro Guibovich, Francisco Burdiles, José Antonio Mazzotti y Sarissa Carneiro abordan diversas aristas jurídicas, políticas, teológico-morales y literarias del proceso contra Oña y sus impresores. Todo ello permite reconstruir una escena de notable importancia para el archivo colonial.