Se trata de la trĂĄgica historia de amor vivida por el escultor Sarrasine, quien, en 1758 cuando tenĂa veintidĂłs aĂąos, se trasladĂł a vivir a Roma, donde conociĂł a Zambinella, una cantante de Ăłpera de la que se enamorĂł y cuya figura reprodujo en una estatua de barro. Sarrasine intentĂł conquistar a la joven, pero Zambinella resistiĂł a sus constantes acosos. Finalmente, el cardenal Cicognara, protector y mecenas de la cantante, desvelĂł al escultor que ĂŠsta no era una mujer, sino un castrado, que representaba papeles femeninos, ya que las mujeres tenĂan prohibido por el papa cantar en los teatros de Roma.