¿Estoy más a menudo de mal humor que de buen humor? ¿Soy una persona habitualmente muy crítica con todos los que me rodean y conmigo mismo? ¿Busco a la gente para desahogarme y lamentarme? ¿Con frecuencia me quejo de todo lo que no me gusta? ¿Dedico mucho tiempo a recordar vivencias negativas? Cuando alguien me dice "Buenos días", pienso: "¿Y qué tienen de buenos?"
Si usted, o alguien que usted conoce, responde afirmativamente a la mayoría de estas preguntas, este es el libro que necesita.
En "Adictos a la infelicidad" descubrimos que la infelicidad crónica no es falta de fe ni señal de debilidad y que, definitivamente, no es culpa de uno mismo. Si tiene usted que luchar contra su propia melancolía, desesperación o amargura, tiene mucho que ganar leyendo este libro. En sus páginas encontrará eficaz remedio para estos males y podrá empezar a disfrutar de una felicidad plena.