¿Por qué algunas sociedades logran mayor desarrollo que otras? ¿Hasta qué punto ayuda a promoverlo, en ciertos países, el correcto funcionamiento de la justicia y las instituciones? E incluso, ¿a qué llamamos desarrollo? ¿Es lo mismo que el crecimiento, o involucra también la discusión acerca de qué constituye una buena vida?
En esta obra, verdadero manual del campo de estudios sobre "derecho y desarrollo", Michael J. Trebilcock y Mariana Mota Prado ofrecen una visión panorámica de las propuestas y la agenda de un enfoque novedoso y en constante expansión.
En ese sentido, revisan concepciones que han sido objeto de acalorados debates políticos y académicos. Por ejemplo, las nociones de desarrollo vinculadas con el crecimiento económico, medible en términos del producto bruto per cápita, las que persiguen la reducción de la pobreza y la mejora en la calidad de vida, hasta llegar a las que buscan la promoción de capacidades para la libertad. Distinguen también las visiones institucionalistas –que defienden la centralidad de las normas, el derecho y las instituciones políticas– de aquellas que priorizan factores económicos, culturales y geográficos para explicar las diversas experiencias de desarrollo. Porque para los autores no todo depende de las instituciones consagradas en normas jurídicas formales, sino que además son decisivos los modos en que cada sociedad tramita sus conflictos y tensiones, ya sea entre Estado y mercado, entre ámbito público y privado, o bien cuestiones étnicas y de género. Así, analizando numerosos ejemplos de la región, nos guían por las más avanzadas propuestas de este campo.
La colección Derecho y Política inaugura con esta obra un eje de reflexión acerca de la conexión entre el derecho, el desarrollo y la justicia, que sin duda contribuirá a instalar en el debate público y académico la necesidad de pensar el desarrollo en términos más densos y ricos, en relación con políticas de largo plazo y el respeto por los derechos humanos.