La discusión bizantina entre conservadores y liberales, comunistas y capitalistas, derecha o izquierda solamente desvía la atención del verdadero problema: El sistema de privilegios, donde quiera que se den, es lo que hay que atacar y acabar. Entendemos que la honradez no es una estructura económica, es una cualidad. Sin embargo, la corrupción, los privilegios y los monopolios pueden echar a perder una
estructura por buena que sea. Éste es el verdadero enemigo. Uno de los objetivos de este libro es demostrarlo.