La obra El fiscal y el juez: Benjamin Ferencz y Antonio Cassese de Heikelina Verrijn Stuart y Marlise Simons es un acto de reivindicación del compromiso cívico por la palabra y el discurso inteligente de dos juristas que explican su compromiso con el ideal de justicia. /Benjamin B. Ferencz y Antonio Cassese nos enseñan que al final del túnel del horror de crímenes terribles, se atisba la luz de la norma jurídica que alumbrará el espacio de la justicia. Pero al también que no vale cualquier norma, solo la norma que descansa en los valores universales de la igualdad de las personas, la libertad, la dignidad y el respeto a la vida humana. A través de la experiencia а de estos extraordinarios humanistas, la palabra justicia adquiere una especial dimensión, que la engrandece y que no deberíamos olvidar, vinculada a la memoria. Y tanto Benjamin B. Ferencz como Antonio Cassese confían en la capacidad del hombre en crear y no en destruir. Y por ello creen en el papel civilizador del Derecho, en el efecto disuasorio que supone visibilizar, a través del juicio, el sufrimiento y el horror para que no se repitan