El guapo magnate Jeremy Barker-Whittle estaba acostumbrado a conseguir a cualquier mujer.
Que Alice Waterhouse lo rechazara supuso un reto que un playboy tan curtido como él no pudo pasar por alto.
Sin embargo, dejó de pensar en un interludio apasionado con ella cuando descubrió su inocencia. El escéptico empresario tuvo que renunciar a esa belleza tan delicada… ¡hasta que Alice lo dejó estupefacto cuando le pidió que le arrebatara la virginidad!
A Jeremy le tentaba mucho ser el primero en enseñarle a Alice lo que era el placer, pero no sabía que ella podría ser la primera mujer en… doblegarlo.