Siempre me han dicho que es importante ser agradecido pero, cuando tienes una enfermedad, ¿de verdad se puede dar las gracias?
Si tu diagnóstico es que padeces de la vesícula, la noticia seguro te ha caído como un jarro de agua fría. Perteneces al 10-15% de la población adulta que padece esta dolencia en occidente. Hoy por hoy, la única opción que los médicos proponen es la extirpación. Sin embargo, muchos pacientes siguen presentando dolor y diarreas después del tratamiento.
Así fue como decidí curar mi cuerpo, empezando por la alimentación. Empecé a experimentar cocinando y esto es lo que comparto con ustedes: un recetario de platillos completos que te harán olvidar que estás a dieta por causas de salud.
Son platos rápidos de preparar, prácticos, con ingredientes fáciles de conseguir o que siempre están en la alacena. Y lo más importante: gracias al cambio de alimentación mejoró notablemente mi bienestar.
Nuestro cuerpo nos pide a gritos que paremos con los malos hábitos y a menudo solo hasta que sentimos dolor queremos encontrar un remedio. ¡No esperes hasta entonces y comienza a cuidarte!
