Tras varios meses de morir su padre, Anabel es internada en un colegio a las afueras de Irlanda. La niña se siente aislada, en una jaula de oro. Y así se lo hace saber a su amiga Eva. Esta le comunica que la malvada Isabel de las Nieves está aún viva y recluida en las celdas del convento donde se encuentra su colegio, y que todas las cartas que ella le envía desaparecen.
En la Capilla de la Abadía, Anabel cree ver en una monja con el rostro cubierto, a la malvada mujer. Esta la observa, y una mañana posa sus manos en los hombros de la niña, provocándole una angustia mayor, y entonces decide investigar quién es en realidad esa monja.
Ante el peligro y los murmullos del pueblo, Eliot, María, el doctor Castro y el pequeño primate huyen a Irlanda a visitar a Anabel, a Clara y a Elizabet, hermana de esta, que viven desde hace meses en una casa de la playa, próxima a los Acantilados y a las afueras de la Abadía.
Elizabet se encariña con los niños y les hace ver un mundo de mitologías y leyendas, que abren en Eliot la fuerza para luchar por su libertad, ya que su carcelera, regresará a sus vidas.
El poder, el dinero y la libertad no siempre tienen un precio. Irlanda del Sur, con su magia y sus bosques encantados, nos trasladarán a un mundo de fantasía, dónde se enfrentarán con una realidad cruel, y los fantasmas de los muertos se levantarán de sus tumbas para reclamar justicia.