Queridos lectores, os debo informar que estas narraciones tienen su principio en el año 1993, escritas en una libreta hoy amarillenta, desojada, llena de correcciones y borrones y que comencé a traspasar al ordenador bastantes años después, a veces corrigiendo y añadiendo, como es lógico suponer… Pero lo importante y clave que os quiero decir, es que en ese mismo año, la narración de las Vidas de Marta quedó en este punto que acabo de transcribir del mismo cuaderno.
Por eso es que siento, con toda certeza, después de pensar en escribir un final… final que no aparecía en mi pensamiento ni en mi sentimiento, que intentaba inútilmente forzar… que era allí donde debía terminar este libro de las experiencias, creo que auténticas, de la vida de un Ser… como podríamos ser cualquiera de nosotros, los hijos del mismo Padre, en el Camino Único e Infinito que nos conducirá hasta Él.
Y ya sabemos que el Camino y las Vidas son Interminables… Porque Dios es el Infinito y somos parte de Él.
¿Dónde estará hoy Marta? Yo aún la he sentido a mi lado a pesar de tanto tiempo transcurrido… "Tanto" en nuestra medida humana, pero… debía de ser ella y sus Guías quienes decidieran lo que se debía de hacer con las narraciones que fui escribiendo o transcribiendo durante ese tiempo, con mi predisposición y buena voluntad y bajo su inspiración. Relatos que conllevan importantes lecciones de conocimientos y de sensibilización para atraer nuestra atención hacia nuestras propias historias… Son solamente algunas de sus Vidas… dentro de la Vida Interminable con sus Historias Interminables…
Y yo, sin saberlo, hace tantos años, inconscientemente aquí terminé…