Qué tienen en común un agente del HSI y un exbombero de Nueva York?
¿Y si te digo que es un club exclusivo, solo apto para mujeres, donde reinan los pecados?
Ray es canalla, de lengua afilada y se mueve por la vida bajo sus gafas de sol.
Lionel es hermético, reservado y no soporta las salidas de tono de su nuevo compañero de trabajo.
Bajo el anonimato de un par de antifaces, uno se infiltrará y el otro tratará de huir de su pasado.
En un mundo donde nada es lo que parece, con bandas rivales enfrentadas, dos personalidades opuestas se
verán condenadas a entenderse.
Donde hubo fuego, siempre habrá pecado, prepárate para arder en él.