Asistimos en la actualidad a una revitalización de la filosofía política, después de décadas de casi abandono. Pero, por lo general, esta recuperación se ha materializado en estudios sobre cuestiones parciales y problemas coyunturales. Apenas existen visones comprehensivas de la realidad política.
En esta obra se ensaya una concepción global y sistemática de lo político porque, por difícil y arriesgado que sea tal intento, necesitamos contar con una concepción así para poder juzgar las respuestas dadas a cuestiones particulares. Es preciso plantearse a fondo en qué consiste la política, qué estamos haciendo cuando actuamos políticamente, en qué radica la politicidad de los problemas que llamamos políticos...
Sin respuesta para estos interrogantes no es posible que dispongamos de patrones sólidos de racionalidad política y, tampoco, de racionalidad práctica en general, en la medida en que lo político afecte a la acabada constitución práctica de otros ámbitos de nuestro obrar: ético, jurídico, económico, etc.... No se proponen fórmulas políticas concretas: hacerlo convierte a la filosofía política en ideología. Se propone un cambio conceptual, el recurso a unas categorías que nos habiliten para comprender cabalmente la acción política.