Con objeto de descifrar las lógicas más profundas de las relaciones entre los lenguajes, las tecnologías y el pensamiento, se propone una interpretación de las funciones sociales de la comunicación vista desde la óptica de las transformaciones (no solo las tecnológicas) que se han ido sucediendo a lo largo de la historia: especialmente en el siglo XIX, con los inventos de luz y sonido; en el XX, con los medios de comunicación, y en el XXI, con la plena expansión de internet, pero también se hace referencia, de manera introductoria y panorámica, a las que se dieron en la antigüedad.
Las personas que vieron nacer la televisión podrán reconocer la evolución que han vivido; las que han nacido con internet podrán identificar las diferencias entre la comunicación de la sociedad actual y la de las generaciones anteriores, y comprobar que las innovaciones en este campo no son algo del presente, aunque ahora se produzcan de manera más acelerada. La pregunta fundamental es la siguiente: hasta qué punto y de qué manera la transformación en los instrumentos utilizados para comunicarnos (escritura, imprenta, imagen fija y móvil, digitalización, realidad virtual) influye en el pensamiento humano, en la cultura, en la organización social y en la democracia.