Los niños y jóvenes crecen rodeados de los medios y las tecnologías, de pantallas a través de las cuales cuentan y muestran su vida y miran la de otros. Los docentes deben asumir, como parte de su responsabilidad profesional, el dominio de la competencia mediática para poder implementar estrategias didácticas y recursos pedagógicos adecuados al desarrollo tecnológico y mediático más actual. La educación en medios sigue siendo algo anecdótico o instrumental. Plantear cómo funcionan sus lenguajes, cómo se producen sus mensajes, la retórica y técnicas que emplean para construir el significado, de qué manera seleccionan y manipulan la información y la comunicación, puede contribuir a disminuir su autoridad y su consideración de mitos y a fomentar la conciencia crítica ante ellos.