Hablar de confort en el conurbano bonaerense puede resultar un tanto extraño, la idea que tenemos sobre esta región del país nos describe una situación muy diferente. Sin embargo, es posible hablar de la aparición de zonas de confort en donde los individuos buscan espacios de placer efímeros y toda opción que los aleje de estereotipos que representan situaciones de peligro. Vivir en una de estas zonas dentro del conurbano equivale a vivir en un espacio con dispositivos controlados, sofisticados, en un barrio o área segura en términos de delitos, fuera del acecho de infecciones sorpresivas, donde el sacrificio ajeno es percibido como una amenaza constante a perder calidad de vida. La vida en el conurbano bonaerense parece inclinarse hacia la construcción de barreras inteligentes con el objetivo de que algunos habitantes nunca sean víctimas de una situación de pánico colectivo, producto y culpa de haberse aventurado a un entorno dominado por el azar. Este libro nos propone reflexionar acerca de la dimensión que le hemos otorgado a esa construcción omnipresente de barreras inteligentes, al punto tal de cuestionarnos si realmente nos otorgan el verdadero sentido que queremos dar a nuestras vidas en las grandes urbes latinoamericanas.