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CASAS INTERNACIONAL 148 CASAS EN LA PLAYA

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Proyectar y construir junto al mar es un gran desafĂ­o. MĂĄs allĂĄ del programa especĂ­fico, juegan las condiciones climĂĄticas: los fuertes vientos o la erosiĂłn producida por la arena y la sal; y, por otro lado, el entorno: respetar la naturaleza y el suelo, ya sea de arena o rocoso, influirĂĄ en nuestra obra. Hoy la responsabilidad del arquitecto, ademĂĄs del compromiso con su cliente, es con el uso racional de los materiales y la optimizaciĂłn de los recursos naturales y energĂ©ticos, durante su construcciĂłn y, tambiĂ©n, en toda su vida Ăștil como vivienda. La idea que prevalece ante la inmensidad del mar es aprovechar la vista desde una ubicaciĂłn privilegiada, una ventana real, que enmarque el paisaje e incluya, como parte de la arquitectura, al entorno no construido. Es importante, entonces, valorizar el concepto de utilizaciĂłn sobre lo materializado. Dejar de lado las tendencias internacionales y buscar los valores del lugar, que tengan en cuenta, tanto la naturaleza y las costumbres como los materiales y las tĂ©cnicas autĂłctonos. Dijo Alvar Aalto: "He utilizado materiales diversos porque los programas eran diversos. A este respecto no es necesario dejarse inspirar por la teorĂ­a, sea Ă©sta cual sea. Quisiera considerar el problema en un modo mĂĄs general y declarar que la arquitectura debe estar al servicio del hombre. Los materiales deben poseer valores humanos. TambiĂ©n las antiguas propiedades de los materiales deben prevalecer. Es humano hacer apropiados los materiales al destino del uso de los edificios; por lo tanto, existe una relaciĂłn entre el hombre y los materiales. Los materiales deben corresponder al sentimiento humano, es decir, no deben hurtarlo."