Entendemos como arquitectura minimalista, lo mĂnimo y necesario, despojado de ornamentos. Su lenguaje se reduce a una economĂa de expresiĂłn, cerca de la geometrĂa pura, hablamos de sĂntesis frente a un programa de necesidades, formas claras, desmaterializadas, pureza formal. Casa tras casa, las pautas de diseño se repiten: evitar el contacto visual con los vecinos, aprovechar las vistas del entorno natural, lograr una adecuada ventilaciĂłn, bienestar tĂ©rmico y luminosidad, ayudĂĄndonos a optimizar el consumo de energĂa, sobre la base de criterios ecolĂłgicos y econĂłmicos. En algunos casos se pretende enmarcar el entorno, en otros integrarse; o somos observadores o somos participes. Cada elemento interno o externo es importante, patios, espejos de agua o jardines, parĂĄmetros traslucidos u opacos, todos son importantes en la finalidad de entrelazar espacios. Tenemos que tener presente la satisfacciĂłn de las necesidades de la familia, adecuarnos a la topografĂa y sus visuales, la distribuciĂłn funcional y espacial a estas pautas, mĂĄs las costumbre y el buen arte del diseño, generando movimiento y dinamismo con elementos de alternancia de llenos y vacĂos