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Casas internacional 171: Country Club

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Las viviendas en country clubs nos incitan a reflexionar, a proponer objetivos acerca del diseño del espacio residencial y la calidad de vida de sus usuarios, siguiendo un eje integrador que considera el medio ambiente, las necesidades y el bienestar del habitante, el interjuego interior-exterior, las dimensiones de los ĂĄmbitos pĂșblicos y privados. El diseño tendrĂĄ en cuenta aspectos humanos, el desarrollo del grupo familiar, desde el punto de vista formal y funcional, sus modos de habitar, los recintos habitables, la expresiĂłn cultural. Es decir, entenderĂĄ la vivienda mĂĄs allĂĄ de su estricta materialidad y considerarĂĄ el espacio prĂłximo, allĂ­ donde se despliega la actividad de sus moradores, en el marco de sus necesidades fĂ­sicas y psicolĂłgicas. Aludimos a un ĂĄrea de la psicologĂ­a ambiental, donde el usuario interpreta las variables y determina su identificaciĂłn. En cada nuevo emprendimiento las pautas a seguir son mĂșltiples y diversas. Pero encontramos ciertas generalidades: viviendas amplias, ambientes generosos, bien definidos, funcionales y eficientes, en plena integraciĂłn, optimizaciĂłn energĂ©tica que apunta a un mayor confort, interrelaciĂłn entre la luz artificial – percibida como un material intangible en sintonĂ­a con los sĂłlidos – y la natural, ventilaciĂłn cruzada, volumetrĂ­as y geometrĂ­as simples y contundentes, un lenguaje conceptual, materiales cuidadosamente seleccionados, considerando el envejecimiento que transformarĂĄ su textura y colores, con nulo mantenimiento, el hormigĂłn y el vidrio como materiales compositivos maleables, la bĂșsqueda de una orientaciĂłn adecuada en vistas a mejorar la climatizaciĂłn y el asoleamiento. El espacio vacĂ­o se concibe como centro compositivo y circulatorio, la arquitectura es entendida como una escultura habitada, expresiĂłn serena de eficiencia formal del volumen. Imaginemos entonces la intensidad de esa vivencia en la cual la disoluciĂłn de los lĂ­mites interior-exterior favorece la continuidad visual hacia el verdor del entorno y la naturaleza, a su vez, impregna y transfigura la cotidianidad humana.