(0)

Construir y habitar la escuela

e-bok


La Academia de PlatĂłn, que fue la primera escuela en Occidente, era un parque ubicado en la periferia de Atenas. HabrĂ­a sido impensable para SĂłcrates, PlatĂłn o AristĂłteles imaginar un espacio cerrado donde se pudiera aprender algo «significativo». La anĂ©cdota de Tales de Mileto, que habrĂ­a caĂ­do a un pozo de tanto mirar al cielo, es el reflejo elocuente de esta disposiciĂłn de aprender caminando, y en modo peripatĂ©tico. El libro Construir y habitar la escuela pone en relieve el «olvido» de esta experiencia vivida del espacio y lugar como acciones originarias del saber y habitar humano en el mundo. La entrada a este restablecimiento es guiada desde dos verbos que en el texto se articulan de forma correlacionada, construir y habitar. Al mismo tiempo, se formula la idea de que la escuela es ella misma un verbo, una acciĂłn, y no simplemente el lugar vacĂ­o de una estructura protocolizada por normativas de ejecuciĂłn. El edificio de la escuela, habitualmente concebido como objeto externo, en donde ocurren simplemente las cosas, es desplazado por la idea de su propia arqui-tectura, i.e. del arjĂ© (áŒ€ÏÏ‡Îź) y texto (τέÎșτωΜ). Por tanto, la arquitectura se reinterpreta mĂĄs cerca del arte (manual) que de la ingenierĂ­a (proyectiva). Evidentemente, este desplazamiento no es solo un asunto semĂĄntico, sino una decisiĂłn estratĂ©gica, que consiste en poner en ruta la relaciĂłn fundante entre la acciĂłn pedagĂłgica y el lugar vivido de la escuela, desde sus configuraciones, y sentidos, y de sus propias articulaciones. AdemĂĄs, se indaga en otras posibilidades para la escuela, generando alternativas transformadoras del edificio escolar. Se requiere volver a percibir, sentir, escuchar, y movernos de otra forma, frente a las «escaleras taxonĂłmicas» de las disciplinas, predefinidas por el sistema educativo. Se necesita, literalmente, caer en otra gravedad, y, sobre todo, en otro espacio, y transitar varias veces del lado inverso de las cosas. La clĂĄsica sala de clases con bancos en lĂ­nea no solo no facilita esa experiencia, sino que el sistema educativo en su conjunto clausura ese movimiento, y las posibilidades mĂĄs genuinas de degustaciĂłn del saber y habitar humano en el mundo. Luis Manuel Flores GonzĂĄlez, Profesor titular, Facultad de EducaciĂłn UC.