Correr es un reflejo de nuestras propias vidas.
Una posibilidad mĂĄs que tenemos de demostrarnos lo que somos capaces de hacer. Cruzar una meta, ya sea de una carrera de 10 kilĂłmetros o de un maratĂłn completo, te permite comprobar que si te lo propones, puedes alcanzar grandes objetivos.
Bajo la batuta del periodista Alfredo Varona, Antonio Serrano desgrana sus secretos como entrenador, el kilometraje que cada atleta necesita y, sobre todo, nos enseña la personalidad de un deporte como el ârunningâ en el que Ă©l lo tiene claro: âLlegarĂĄs hasta donde tĂș te creas que puedes llegarâ.
Junto a Antonio, presente en los Ășltimos siete Juegos OlĂmpicos, aprenderemos a organizar mejor nuestros entrenamientos, a utilizar la cabeza cuando nos sintamos cansados y, en definitiva, a trasladar sus innumerables experiencias a nuestras vidas.
Asà que, una vez mås, debemos preparamos para soñar durante mås de 200 påginas como si volviésemos a ser niños.
SOBRE LOS AUTORES
Alfredo Varona (Barcelona, 1975) es licenciado en Periodismo, carrera que eligiĂł porque, de alguna manera, asĂ podĂa vivir el deporte desde muy cerca. Con el objetivo cumplido de escribir sobre mĂșltiples eventos en diversas redacciones, el ciclismo se llevĂł el trozo de pastel mĂĄs grande de esa pasiĂłn por el relato deportivo. En 2013 publicĂł la biografĂa del triple campeĂłn del mundo de ciclismo Ăscar Freire. El Genio del ArcoĂris.
Antonio Serrano (La Solana, 1965), licenciado en INEF, fue el primer español en bajar de las 2 horas y 10 minutos en maratĂłn. Actualmente, es uno de los entrenadores mĂĄs representativos del atletismo español con un valor añadido: su pasiĂłn por la escritura que le permiten contar historias como Ă©sta, en la que vuelve a recordar: âMi satisfacciĂłn depende de la de los demĂĄsâ. Con este libro vuelve a desafiarse a sĂ mismo como hizo con FilĂdes existe, en 2001.
EXTRACTO
Este libro no desciende de sangre real, sino del esfuerzo. Inseparable de las emociones, su dueño ha esperado 50 años para contar lo que aprendiĂł de la vida. Acepta la literatura como animal de compañĂa, imprescindible para encontrar lo que buscaba. No aconseja nada y lo recuerda todo, vĂctima de la buena voluntad, de conversaciones de las que no nos arrepentiremos nunca. Antonio trabajĂł la memoria y yo puse orden al desorden. PerdĂ el miedo a escribir en su nombre cuando sentĂ esa inspiraciĂłn, y el resultado no es una biografĂa, sino una canciĂłn, la letra de una canciĂłn que confiesa su deseo por hacerse un sitio en nuestras vidas. En la Ășltima pĂĄgina, Antonio pondrĂĄ fin a no pocas emociones y a no pocos dĂas del invierno en los que siempre reaparecĂa la misma pregunta: âÂżde quĂ© vamos a hablar mañana?â. Pero eso no lo sabĂa nadie, ni yo ni Ă©l, porque este libro naciĂł sin guiĂłn, enfervorizado siempre con la idea de recordar, escritores en prĂĄcticas, si el desorden no se deja gobernar lo gobernaremos nosotros. Por eso nos reunimos para escribir un libro que no estĂĄ escrito en ninguna parte. Un sueño con pasado, un vicio inconfesable capaz de manejar su locura y de inventar su desenlace, en el que pasarĂĄ como en la vida real: las emociones ganan y pierden.