Cuando se cruzaron con Reuben Cole, firmaron su sentencia de muerte.
Reuben Cole no es el tipo de hombre con el que deberĂan haberse metido, y entrar en su casa demuestra que es una mala idea. DespuĂ©s de que su amigo, el sheriff Roose, persigue a los ladrones que se llevaron todo lo que tiene valor, se revelan las razones del robo y se exponen las ambiciones de un deshonesto magnate de los ferrocarriles.
Los enemigos de Cole estĂĄn a punto de aprender que las costumbres del Viejo Oeste, a pesar de ser un nuevo siglo, aĂșn no han terminado.