El fascismo triunfó en España y estuvo 40 años aquí. Franco vivo juntaba un millón de personas en la Plaza de Oriente; y ese mismo millón cuando murió, haciendo colas de horas para verlo. Reunían a esa cantidad de gente porque aquí había un páramo ideológico, porque habían aniquilado a la oposición política; y un páramo intelectual, porque habían aniquilado a los intelectuales y dejaron al pueblo sin voz. Era un franquismo sociológico muy arraigado.
De la noche a la mañana llegó la democracia, el franquismo estuvo mal visto, y, de repente toda esa sociología a la que pertenecía el país desapareció. España es el único país del planeta que no tiene un solo militante de la extrema derecha. No hay ningún partido fascista con representación parlamentaria. Todos somos de centro. Esa es la gran mentira.
Y ahí está el Valle de los Caídos para certificarla. El monumento más grande de este país está dedicado a Franco, y sigue en pie. Esa España está edificada sobre miles de fosas comunes, de personas asesinadas por defender la libertad y la democracia. Nuestra derecha no es la de la señora Merkel, ningún alemán podría creer que un monumento así está dedicado a los fascistas.
El Gran Wyoming