Los protagonistas que integran los relatos de este tercer volumen de Horacio Quiroga no son mĂĄs que simples marionetas controladas por los hilos de una mente que supo manejar a la perfecciĂłn la crueldad y el terror. Personajes que aparecen envueltos en una atmĂłsfera extrahumana y alucinante, vencidos, la mayorĂa de las veces, por fuerzas rudas e incontrolables o por la impiedad de sus semejantes.
Los escenarios que presenta el autor no responden en absoluto a imĂĄgenes idĂlicas, estilizadas y convencionales. Por el contrario, en sus letras hay un largo proceso de reconocimiento de una realidad hostil, en la que el hombre estĂĄ en una lucha constante por derrotarla.
Horacio Quiroga siempre se autodenominĂł un narrador de acciĂłn antes que un escritor intelectual. QuizĂĄs sea por eso que sus obras nos transmiten la imagen de un Ser autĂ©ntico que se formĂł a sĂ mismo a lo largo de una vida compleja y dĂficil. Un hombre que dejĂł para la posteridad algunas de las piezas mĂĄs brillantes y trascendentales de la literatura hispanoamericana.