"Siempre imaginé caminar hacia el altar vestida de blanco en mi boda de ensueño. Nunca pensé que sería un
negocio fríamente calculado".
Mientras Lina Ortega camina hacia el altar con un casi desconocido, empieza a replantearse las decisiones que
ha tomado en los últimos días. Una romántica empedernida, se pregunta cómo ha llegado a esta complicada
situación en la que no tiene más remedio que casarse con un hombre al que apenas conoce.
Sin embargo, Cole Carter definitivamente tiene potencial de hombre de ensueño. El exitoso director general
tiene todo lo que Lina siempre ha soñado en secreto. Si no fuera porque le ha dejado claro que su matrimonio es
falso, que es un soltero permanente por convicción y que ella no tiene más remedio que aceptar su propuesta.
Ni siquiera su atractivo rostro puede consolarla. Para Lina está claro que debe mantenerse a sí misma y a su
corazón lo más lejos posible de Cole. Lo cual es más fácil de decir que de hacer. Después de todo, vivirán
juntos a partir de ahora.
Para olvidar su miseria durante unas horas, Lina se pasa de copas en su noche de bodas, consolándose con
el alcohol. Mucho alcohol. Y se despierta al mañana siguiente justo donde no quería acabar bajo ninguna
circunstancia: en la cama de su esposo falso.