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Pierre-Auguste Renoir y obras de arte

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Pierre-Auguste Renoir naciĂł en Limoges, el 25 de febrero de 1841. En 1854, sus padres lo sacaron de la escuela y le consiguieron un sitio en el taller de los hermanos LĂ©vy, donde aprendiĂł a pintar porcelana. El hermano menor de Renoir, Edmond, opinĂł al respecto: “A partir de lo que pintaba al carbĂłn en las paredes concluyeron que tenĂ­a habilidad para las artes. AsĂ­ fue como nuestros padres lo pusieron a aprender el oficio de pintor de porcelana”. Uno de los trabajadores de los LĂ©vy, Emile Laporte, pintaba al Ăłleo en su tiempo libre. Él le sugiriĂł a Renoir que usara sus lienzos y pinturas. Este ofrecimiento tuvo como resultado la primera pintura del futuro impresionista. En 1862, Renoir pasĂł sus exĂĄmenes, ingresĂł en la Escuela de Bellas Artes y, al mismo tiempo, en uno de los estudios independientes donde enseñaba Charles Gleyre, un profesor de la Escuela. El segundo, o tal vez incluso el primero de los grandes sucesos de este periodo en la vida de Renoir fue reunirse, en el estudio de Gleyre, con aquellos que se convertirĂ­an en sus mejores amigos durante el resto de su vida y que compartirĂ­an sus ideas sobre el arte. Mucho tiempo despuĂ©s, cuando ya era un artista maduro, Renoir tuvo la oportunidad de ver obras de Rembrandt en Holanda, de VelĂĄzquez, Goya y El Greco en España y de Rafael en Italia. Sin embargo, Renoir viviĂł y respirĂł la idea de un nuevo tipo de arte. Siempre encontrĂł inspiraciĂłn en el Louvre. “Para mĂ­, en la era de Gleyre, el Louvre era Delacroix”, le confesĂł a su hijo. Para Renoir, la primera exhibiciĂłn impresionista fue el momento en que se afirmĂł su visiĂłn del arte y del artista. Este periodo de la vida de Renoir estuvo marcado por otro acontecimiento significativo. En 1873 se mudĂł a Montmartre, a la casa nĂșmero 35 de Rue Saint-Georges, donde viviĂł hasta 1884. Renoir siguiĂł siendo leal a Montmartre durante el resto de su vida. AquĂ­ encontrĂł sus temas “plein-air”, sus modelos y hasta su familia. Fue en la dĂ©cada de 1870 cuando Renoir conociĂł a los amigos que lo acompañarĂ­an el resto de su vida. Uno de ellos fue el comerciante de arte Paul Durand-Ruel, que comenzĂł a comprar sus pinturas en 1872. En verano, Renoir siguiĂł pintando muchas escenas de exteriores, junto con Monet. ViajĂł a Argenteuil, donde Monet alquilĂł una casa para su familia. Edouard Manet tambiĂ©n trabajaba con ellos algunas veces. En 1877, en la tercera exhibiciĂłn impresionista, Renoir presentĂł un panorama de mĂĄs de veinte pinturas entre las que se encontraban paisajes creados en ParĂ­s, en el Sena, fuera de la ciudad y en los jardines de Claude Monet; estudios de cabezas femeninas y ramos de flores; retratos de Sisley, de la actriz Jeanne Samary, del escritor Alphonse Daudet y del polĂ­tico Spuller; ademĂĄs de las obras El columpio y El baile en el Moulin de la Galette. Finalmente, en la dĂ©cada de 1880, Renoir entrĂł en una racha de buena suerte. Unos ricos empresarios, el propietario de Grands Magasins du Louvre y el senador Goujon, le encargaron unos trabajos. Sus pinturas se exhibieron en Londres y Bruselas, asĂ­ como en la SĂ©ptima ExhibiciĂłn Internacional llevada a cabo en la galerĂ­a de Georges Petit en ParĂ­s, en 1886. En una carta a Durand-Ruel, que entonces se encontraba en Nueva York, Renoir escribiĂł: “Ya se inaugurĂł la exhibiciĂłn de Petit y no va tan mal, o al menos eso dicen. DespuĂ©s de todo, es difĂ­cil juzgarse a sĂ­ mismo. Creo que he logrado dar un paso para ganar el respeto del pĂșblico. Es un pequeño paso, pero es algo”.