Juan Latino, al que tambiĂ©n se conocĂa como Juan de Sessa, naciĂł en EtiopĂa en 1518 hijo de una esclava. SegĂșn la versiĂłn oficial, llegĂł a Granada siendo muy pequeño para servir en la casa del duque de Sessa.
Por su dependencia y buena relaciĂłn con el aristĂłcrata, recibiĂł una educaciĂłn superior e ingresĂł en la Universidad de Granada, donde se doctorĂł. El duque, con el que se criĂł desde la infancia, lo acabĂł manumitiendo âliberandoâ como esclavo.
AsĂ se convirtiĂł en el primer escritor negro que vio su obra impresa. Fue en el año 1573, con Epigramas, dedicado a Juan de Austria tras la batalla de Lepanto. El impacto de aquella nueva hazaña probablemente terminĂł de cimentar su reputaciĂłn a nivel nacional y dio paso a gran parte de su leyenda, a la que contribuyeron algunas de las mejores plumas del Siglo de Oro. (Al final de esta brevĂsima ediciĂłn recogemos los elogios que le fueron dedicados por Lope de Vega, JimĂ©nez de Enciso, RodrĂguez de Ardilla, Juan de Arjona y Cervantes.)
Aunque la docencia ocupĂł una parte importante en la actividad de Juan Latino, al que ya se conoce con el sobrenombre de Latino, resulta fundamental detenerse en su faceta creadora como traductor y comentarista de clĂĄsicos grecolatinos, y como autor de obras, algunas de ellas desgraciadamente desaparecidas. Desde esta vertiente son de destacar las dedicadas a Felipe II, al pontĂfice PĂo V, a las gestas de Juan de Austria en el poema La Austriada, escritas todas ellas en latĂn.
En los poemas de La AustrĂada, Juan Latino, enlaza con habilidad dos acontecimientos que marcaban el comienzo de una etapa llena de buenos augurios para el imperio español y el prestigio de Felipe II:
- el triunfo en la batalla y
- el nacimiento del hijo del emperador, dos meses después.