Que la prĂĄctica hace al maestro es el mantra que guĂa a Susana, y que la lleva a buscarse un novio de pega con el que aprender a ser sexy e interesante.
El problema es que toda prĂĄctica conlleva sus riesgos; y mĂĄs cuando el sujeto en cuestiĂłn es un abogado inteligente, atractivo y acostumbrado a deslumbrar a las damas.
¿Qué puede hacer ante eso una jueza acostumbrada a lidiar con toda clase de abogados? ¿Ceder a la tentación o admitir a tråmite la propuesta?