En Rombo, palabra que designa el oscuro estruendo que hace la tierra al temblar, la naturaleza y la historia oral se trenzan para alumbrar un vibrante relato sobre los efectos, tanto fĂsicos como psicolĂłgicos, de las catĂĄstrofes naturales. En mayo y en septiembre de 1976, dos seĂsmos arrasaron el noreste de Italia y causaron graves daños al paisaje y a su poblaciĂłn: unas mil personas murieron bajo los escombros, decenas de miles se quedaron a la intemperie y muchas acabaron abandonando para siempre sus hogares en Friuli.
«Desde entonces ha pasado media vida o mĂĄs, pero la letra con la que se inscribiĂł en la memoria de todos no se ha borrado»: Rombo es, efectivamente, una indagaciĂłn sobre la memoria â«animal que ladra por muchas bocas»â que urden los testimonios de siete habitantes de una remota aldea entre los Alpes y el AdriĂĄtico, personas que tienen que aprender a vivir a partir de la pĂ©rdida y el trauma.
No obstante, el personaje principal de Rombo es el propio paisaje, el nuevo paisaje que produce la fuerza del cataclismo: las montañas y los rĂos, el karst, las aves, las cabras y los cardos. Una misteriosa Italia de lengua eslava, fronteriza y migrante, donde «cualquier recodo, cualquier intersecciĂłn de caminos, tiene su marca: pedazos de roca con rayas incisas, cruces inclinadas, pequeños conos de piedras superpuestas. Mensajes para los entendidos, muletas del recuerdo, sitios de la memoria. Advertencia: no se olvide».
Como ya hiciera en Arboleda, Esther Kinsky despliega en este libro un prodigio literario sin parangĂłn en nuestro tiempo: una escritura total, punzante y rĂtmica, etnogrĂĄfica y novelesca, geolĂłgica y profundamente humana.