Vigga se rĂe.
«Debes poner la pestaña sobre tu pecho, y luego puedes pedir el deseo».
Volteo los ojos. «¥Venga ya!»
«Es asĂ», dice Vigga. «Hay reglas para todos los deseos».
Frida no cree en la magia de los deseos. Cuando pierde una pestaña, Vigga y Runa la convencen para que pida un deseo. Es como si Vigga hubiese embrujado a Runa con sus cosas mågicas, pero el deseo se hace realidad...
Sandra Schwartz naciĂł en 1979 y vive en Valby (Dinamarca), con su esposo y sus dos hijos. De pequeña, su madre la solĂa llevar al lugar mĂĄs mĂĄgico del mundo: la biblioteca. Su abuela le contaba increĂbles historias sobre el cuchillo de cocina que cayĂł por el desagĂŒe y tuvo increĂbles aventuras por todo el mundo.
Schwartz escribe historias de diferentes géneros, pero su mayor pasión es escribir libros infantiles y jóvenes adultos.