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Una Segunda Oportunidad

e-bok


Es una organizadora de bodas enamorada del amor. Le encanta ver cómo las parejas se casan y se comprometen y anhela que llegue el día de su propia boda romántica. Él es un abogado de divorcios que no cree en el amor. Ve a las parejas como oportunidades para ganar dinero con acuerdos prenupciales antes de sus bodas y como un potencial negocio repetido cuando se divorcian. Su encuentro inicial pasa de la atracción a la antipatía mutua en una boda que se convierte en un desastre increíble para ella. Cuando vuelvan a encontrarse en el futuro, ¿serán capaces de dejar atrás el pasado y encontrar el amor juntos, o los polos opuestos nunca se sienten atraídos el uno por el otro?

VIOLA Estoy enamorada del amor y me encantan las parejas enamoradas. Al fin y al cabo, son mi pan de cada dĂ­a, pero no es por eso por lo que me encantan. Hay algo tan mĂĄgico en ver a una pareja elegir ir juntos hacia el futuro, enfrentarse juntos a los retos de la vida y sobreponerse a todo para resultar mĂĄs fortalecidos y mĂĄs enamorados que nunca. Me gusta tanto que me hice organizadora de bodas. Ver a parejas jĂłvenes y mayores comprometiĂ©ndose el uno con el otro es algo tan especial. Ninguna pareja es igual. Todas tienen algo diferente que las hace especiales. Nunca me canso de ver a las parejas mirarse amorosamente a los ojos mientras planean, preparan y ejecutan su ceremonia de boda jurĂĄndose amor eterno para el resto de sus vidas. Yo aĂșn no lo he conseguido, pero ver a otras parejas mantiene vivo mi sueño de encontrar al hombre perfecto. Pero la vida no siempre prevĂ© las cosas como soñamos. Seguro que no lo previĂł a mi manera cuando Ă©l se cruzĂł en mi camino. RICK No creo en el amor. Si realmente existe, Âżpor quĂ© hay tantas relaciones y personas rotas en el mundo? No es que me importen... las relaciones rotas quiero decir. DespuĂ©s de todo, son mi pan de cada dĂ­a. Y esos eventos llamados bodas son mi coto de caza. DespuĂ©s de todo, la gente sienta las bases para la desapariciĂłn de su matrimonio incluso antes de casarse. Los acuerdos prenupciales y todo tipo de acuerdos estĂĄn diseñados para proteger su riqueza y sus bienes y obligar a los demĂĄs a quedarse con ellos incluso cuando ya no quieren. Las bodas dan a las parejas el derecho a castigarse mutuamente cuando no quieren seguir juntos por el motivo que sea. AsĂ­ que, cuando alguien te diga que todo empieza con una boda, se equivoca. Empieza con un abogado. Y si termina... bueno, tambiĂ©n termina con un abogado. Es curioso. A menudo las personas para las que trabajo antes de su boda, vienen a llamar a mi puerta unos años mĂĄs tarde. Negocio repetido. Por lo tanto, el amor es grande y es para mĂ­, pero no para mĂ­, si usted entiende lo que quiero decir. Cuando conocĂ­ a la organizadora de bodas se enfureciĂł ante la idea de que pudiĂ©ramos colaborar. Otros planificadores no tienen ningĂșn problema con ello. No entiendo por quĂ© tendrĂ­a que hacerlo. Normalmente me irĂ­a, pero el universo parece tener otros planes...