Los Caminos de Hierro

Tradicionalmente el estudio de los ferrocarriles colombianos comienza con la lĂ­nea fĂ©rrea que conectĂł a Barranquilla con el mar Caribe, debido, en primer lugar, al impacto indudable que tuvo este ferrocarril sobre la dinĂĄmica del comercio internacional colombiano y sobre las tensiones polĂ­ticas presentes en el BolĂ­var Grande durante el siglo XIX; y en segundo lugar, a pesar de que el ferrocarril de PanamĂĄ anticipĂł en 15 años a este proyecto, esta lĂ­nea se ha sumido en un olvido complaciente en la historiografĂ­a colombiana desde 1903. El ferrocarril de BolĂ­var fue el primero en construirse en el actual territorio colombiano, e inaugurĂł en el siglo XIX un gran esfuerzo econĂłmico, polĂ­tico y legal para dotar al paĂ­s de una infraestructura fĂ©rrea que permitiera darle un mayor dinamismo a la apuesta decimonĂłnica por el crecimiento a travĂ©s del comercio de agroexportaciĂłn. En tal sentido, durante la segunda mitad del siglo XIX se emprendiĂł la construcciĂłn de catorce lĂ­neas fĂ©rreas, de las cuales la mayorĂ­a buscĂł conectar centros de producciĂłn local con el mercado mundial. No obstante, los lĂ­mites estructurales de la economĂ­a colombiana llevaron a un marco de desarrollo ferroviario con profundas restricciones de capital, fiscales e incluso en tĂ©rminos de la articulaciĂłn misma del paĂ­s al comercio mundial, lo que dio forma a una serie de proyectos desarticulados entre sĂ­ y que contaron con un sinnĂșmero de dificultades para su desarrollo y puesta en marcha.