El tĂtulo de esta obra está inspirado en las Erinias de la mitologĂa griega –llamadas Furias por los romanos–, deidades femeninas de venganza o personificaciones sobrenaturales de la ira ante el parricidio y algunos otros crĂmenes.
Sin embargo, Furias no es sobre venganza, sino sobre energĂa frenĂ©tica, esa que en ocasiones puede ser semejante a la ira. Los gestos del violĂn evocan el espĂritu brusco y libre de una danza folclĂłrica, y contrastan con el sonido del piano, caracterizado por imitar tanto una máquina vieja y averiada como una multitud de escarabajos. Las tres imágenes a las que aludo, los demonios vengativos, los mecanismos descoordinados y la multitud de insectos, comparten algo: están fuera de control y las consecuencias de su comportamiento pueden serinesperadamente violentas.
La lĂnea del violĂn alterna entre la energĂa agresiva y percutida, y momentos casuales de distracciĂłn del pulso violento en los que se
aleja con aires nostálgicos. La escritura del piano usa constantemente los registros extremos del instrumento y su rol es tĂmbrico y rĂtmico,
más que armónico o melódico.Furias fue estrenada en Inglaterra por Mary Dullea y Darragh Morgan durante la temporada de Frontiers Series del Real Conservatorio de Birmingham en la primavera de 2011. Ha sido interpretada un sin número de veces por el dúo sueco-brasilero Hellqvist/Amaral y, en varias ocasiones, por la violinista Angélica Gámez y la pianista
MarĂa JosĂ© de Bustos.