Hace ya muchos años que Orlando se marchĂł de su aldea natal, perdida en la campiña italiana. Ahora, su carrera de pintor, al igual que el resto de su vida, se encuentra en una especie de letargo, un leve extravĂo que pretende encauzar volviendo a los paisajes de su niñez: allĂ descubrirĂĄ que la vieja casona rosa de su maestra estĂĄ en venta y la compra sin saber muy bien por quĂ©. Sin embargo, como se anticipa ya desde el tĂtulo, la casa no serĂĄ un elemento pasivo en esta historia: comienzan a suceder algunos fenĂłmenos insĂłlitos que le desvelan rastros ocultos y le harĂĄn creer que tal vez haya sido la casa quien en realidad lo ha elegido a Ă©l.
En este viaje al pasado, en el que nuestro protagonista se sumerge para encontrar el sentido de su presente, el suspense y la melancolĂa se alĂan inesperadamente para alumbrar una bella novela intimista salpicada de atardeceres luminosos, huertos y flores. Laura Mancinelli realiza un hermoso ejercicio de introspecciĂłn cuyo hilo conductor es una de las preguntas que han asediado al hombre desde siempre: Âżpor quĂ© hacemos lo que hacemos?, ÂżcuĂĄl es el sentido de ciertas decisiones? Con humor e ironĂa, la autora nos muestra que a veces los mayores misterios de la existencia ocurren a plena luz del dĂa y, trenzando delicadamente la poesĂa de lo maravilloso cotidiano con la memoria, nos enseña a ver los lazos secretos que nos unen a los lugares y las cosas.
Mancinelli teje con sutileza una trama de misterio trufada de idĂlicas estampas del campo italiano en un texto que rezuma calma y ternura, pero atravesado por un impulso decididamente vitalista: "Si la muerte corta un hilo, hay que anudar otro, y la vida misma te sugiere cĂłmo hacerlo".