Si bien para la psiquiatría clásica el tormento del dudar, tocar, actuar y pensar siempre estuvo en la mira ‒bien del lado de la manía o del delirio‒, solo hasta Freud se pudo contar con la profundidad y caracterización del sufrimiento del obsesivo.
Si bien para la psiquiatría clásica el tormento del dudar, tocar, actuar y pensar siempre estuvo en la mira ‒bien del lado de la manía o del delirio‒, solo hasta Freud se pudo contar con la profundidad y caracterización del sufrimiento del obsesivo.