Las acciones de cinco personajes protagónicos convergen por la senda de la vida, de sus sueños y de las circunstancias adversas. Con un estilo profundo, el autor, en su carácter dual, reflexiona mientras los personajes encarnan su filosofía. La Senda de Abraxas es, sobre todo, una comprensión de que en el mundo de la manifestación, los deseos más subjetivos son aquellos que tienen que ser materializados en objetivos mentales. Estos, los más claros, los que no se pueden ignorar y te perseguirán por siempre, son los más cercanos al corazón. Son aquellos que muchas veces por falta de confianza o, incluso, por la falsa manía de no encararnos, llamamos sueños. La Senda de Abraxas es, por eso, un mapa de los sueños, una irreductible fuerza de vivir.