Desde su aparición, la fotografía asiste a los procesos históricos por ser una forma de conocimiento y a su vez una categoría de pensamiento que construye y atraviesa el imaginario de una persona, de una sociedad y, en este caso, también de un género. Es así como este libro conforma una especie de palimpsesto de múltiples capas interconectadas, en el que cada elemento aporta un panorama global y un estudio de cómo la fotografía acompañó los procesos de constitución de las naciones latinoamericanas y, al mismo tiempo, cómo fue la amplia y activa participación de la mujer en esa construcción.
El término historia comprende los hechos acontecidos pero también su narración. La intención es, por tanto, restituir a las mujeres en la historia del medio, reconocer su participación en la historia política y económica de los países reseñados y dar a conocer sus semblanzas. Cabe destacar las similitudes que se hallaron, en parte por los usos y costumbres que se perfilaron en el empleo del dispositivo fotográfico, pero también porque conformaron biografías tanto individuales, locales y nacionales como latinoamericanas.