Hoy es un monstruo cruel y desalmado que vaga por la obscuridad dedicado a saciar su sed de sangre humana para sobrevivir.
No tiene piedad, ni paz, ni calma, pero no siempre fue asĂ. Hubo una Ă©poca en que Vladimir fue feliz.
AmĂł como ser humano, y mĂĄs aun cuando dejĂł de serlo para convertirse en esclavo. Esclavo de la eterna sed de sangre y⊠sometido a la sed de un cuerpo que lo obsesionaba, al que se sometĂa voluntariamente para alcanzar el Ă©xtasis de su existencia.
Ya solo queda sobrevivir.
Los kyranos son los vampiros que habitan esta historia.
SumĂĄndole el amor, tienes entre manos una combinaciĂłn literaria llena de posibilidades.