Existe un enorme abismo entre lo que vemos y lo que creemos ver. Nuestra evolución está orientada hacia la supervivencia. Y esta depende de la eficiencia, que implica la capacidad de procesar todo lo que sucede a una velocidad increíble. Todas las experiencias se añaden a un vasto catálogo de comportamiento y consecuencias. Nuestra mente está constantemente actualizando el modelo mental del mundo. Solo podemos concentrarnos en una estrecha banda de experiencias a la vez.