A la hora de rememorar a su hija fallecida, Twain acaba hablĂĄndonos de las personas que vivĂan en la casa. En especial es muy interesante el retrato del "mayordomo" George, personaje de color, que se las sabe todas. Ădolo de los niĂąos, su figura constituye una aguda reflexiĂłn sobre el papel de los afroamericanos en una familia blanca.