Voracidadprocura ser una novela provocadora, un despiadado retrato esperpéntico y satírico del nacionalismo, de la España gobernada por la derecha, del sexo, de la televisión, del arribismo y la falta de escrúpulos, del oficio de buscavidas, de la estupidez y la locura, de la venganza, del horror e incluso del amor por Internet.Y del sistema, que se devora a sí mismo, como demuestra la crisis económica en la que estamos inmersos.
Por la novela desfilan todo tipo de personajes voraces: una asociación de comedores compulsivos, el ridículo jefe de una secta religiosa, dos viejas gemelas locas que ocultan un terrible secreto, políticos reconocibles, un vampírico productor de televisión, su insoportable esposa y una larga serie de inquietantes y grotescos comparsas.
Contada en primera persona por Pacho Murga, un señorito bilbaino pijo y amoral, venido a menos (que ya protagonizó Alacranes en su tinta, con la que Voracidad comparte también tono, sentido del humor y es el segundo volumen de una Trilogía del Exceso), que relata sus andanzas por una corte de los milagros actual en compañía de un personaje rotundo, Ricardo Ares, cuyo lema es: "Mi patria es mi estómago".